Fue 10-0 contra Perú en un encuentro donde la diferencia se marcó en las primeras dos entradas.
BUENOS AIRES – Uno quedó tan lejos. El otro, tan cerca. Perú llegaba de caer por 12-0 contra Brasil, mientras que Colombia, a pesar de remontar en la última entrada un déficit de 5 carreras ante Argentina. Ambos debían medirse para saber quién iba a subirse al último escalón del podio sudamericano.
Colombia abrió el grifo de entrada, anotando en el primer inning ni más ni menos que siete carreras: Héctor Acuña impulsó a Efraín Contreras y a Charlie Mirabal, Donovan Castilla a Jhonatan Lozada, Carlos Miranda hizo lo propio con Acuña (en ambos casos, los corredores entraron gracias a bases por bolas a casa llena), y Contreras remolcó a Miranda, mientras que Ronald Luna y Castilla ingresaron a home tras dos wild pitches del abridor incaico Jonathan Farías, quien terminó siendo reemplazado en la misma entrada inicial.
Sin embargo, los problemas peruanos continuaron en la siguiente entrada, aunque la cifra fue menor: fueron apenas tres carreras: Noriega había impulsado a Lozada y a Acuña, mientras que Carlos Miranda hizo que el remolcador fuese remolcado. 10-0 en el marcador, y estaba latente la posibilidad del súper nocaut en el quinto inning. No obstante, la polvora colombiana se mojó y el marcador no se movió hasta el séptimo capítulo, cuando la mercy rule decretó que las 10 carreras eran suficientes para dar por finalizada esta historia.
Colombia terminó el Sudamericano con un sabor un tanto agrio, ya que las expectativas estaban puestas en, al menos, llegar a la final, mientras que Perú, aún con las goleadas finales a cuestas, deben considerarse satisfechos por haberse colado entre los cuatro mejores del certamen.