Con un gol de Federico Pizarro en los segundos finales, Los Gladiadores se clasificaron a las semifinales del Panamericano de Handball, donde los espera Brasil.
BUENOS AIRES – Fue una noche inolvidable la vivida en Tecnópolis, en donde todas las emociones juntas salieron a la luz. El inicio dubitativo, luego la esperanza, en el nudo la preocupación, que cerca del final mutó en agonía, y el final, a puro éxtasis.
No fue un buen partido de la selección argentina de handball. Porque, más allá del segundo tiempo que rozó la tragedia, el inicio distó de ser el ideal: tras el penal acertado por Federico Fernández, sobrevino un parcial de 0-4 en favor de Chile, lo que motivó la inclusión de Gonzalo Carou. Y tras su ingreso, no solo se revirtió ese déficit, sino que se logró el mejor lapso del equipo dirigido por Eduardo Gallardo: parcial de 9-1, con grandes aportes de Federico Vieyra (3 goles, en total acumuló 7 anotaciones), Pablo Simonet y Fernández (2 tantos cada uno), además de las atajadas de Matías Schulz, quien tuvo un partidazo. Se llegó al descanso 15-8 arriba, con la ilusión de no solo clasificar a las semifinales, sino también liderando el Grupo A totalmente intacta.
Sin embargo, así como el ingreso del capitán argentino fue vital para la levantada argentina, para Chile lo fue la entrada de Felipe Barrientos, quien tras sufrir tres goles en los 5 minutos iniciales, empezó a agrandarse cada vez más. Eso, sumado a la mala puntería argentina (resulta un tanto preocupante la falta de variantes), y los problemas en la defensa, que quedó debilitada tras la segunda exclusión de Carou, generó la levantada chilena, que metió un 0-9 para dejar las cosas igualadas. Y eso no era ningún negocio para los dueños de casa.
En los minutos finales se entró en el terreno del palo por palo. Más allá de que en un momento Argentina estuvo dos arriba, los trasandinos volvían a igualar. Así el tiempo pasaba, y todo parecía esfumarse. No solo eso: los instantes finales fueron sin Sebastián Simonet ni Carou, ambos excluidos por 2 minutos (al acumular la tercera, el pivot recibió la tarjeta roja).
Así las cosas, cuando faltaban 30 segundos, llegaron los dos momentos. Federico Pizarro, quien ya había anotado cinco goles (dos de ellos en el toma y daca de los 10 minutos finales) hizo una patriada, y terminó venciendo a Barrientos. Todo era alegría, salvo por un detalle: debido a la inferioridad numérica, Mariano Cánepa ingresó por Matías Schulz, por lo que Chile quería aprovechar el arco libre para esfumar todo. Sin embargo, Fernández terminó bloqueando, y ahí sí, concretar el desahogo final.
Argentina pudo clasificarse a las semifinales. Sin embargo, tendrá un hueso duro de roer: Brasil, clásico rival sudamericano, y encima invicto en la competencia, será el obstáculo que tendrán que afrontar el sábado. Por su parte Chile, que finalizó primero en el grupo, irá contra Uruguay. Groenlandia-Estados Unidos y Puerto Rico-México servirán para definir del quinto al octavo lugar, mientras que Canadá-Colombia determinará al noveno, y Guatemala-Paraguay los dos últimos lugares.
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