La historia del hijo prodigo

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Buenos Aires; Tres años después y con mucha agua bajo el puente, el equipo de Cardenales, vuelve al campo que lo vió nacer.

Junto al equipo de Cachorros de Buenos Aires y los Shankees de Paul Perry, se han autoencomendado la misión de volver el campo de béisbol del Parque Roca, a la belleza que lo caracterizaba.
El campo que fué la envidia de muchos clubes de Argentina, y que fué dejado en el abandono por diversas situaciones no relacionadas al deporte, hoy tiene nueva esperanza de encontrar entre sus bases, a los mejores exponentes del béisbol local.


Cardenales regresa, no lo hace solo, lo hace con sus hermanos, como una especie de homenaje al trabajo de todos los que fundaron y pusieron su fé en ese césped y en el futuro del béisbol de la zona.
Un homenaje y un recordatorio silencioso de lo que NO debió haber sido, para que la llama de un deporte tan hermoso no se extinga.
De alguna manera, las imágenes de equipos como los Arbs, los Tigres, Independiente, Diablos Rojos (y tantos otros), está impresa en sus cercos a reconstruir y en sus bancas cubiertas de maleza.
Béisbol que no se olvida ni debe permitirse que desaparezca sin tomar medidas o .
precauciones, como la lucha de Atléticos por conservar su cuadro, de los Delfines o la Liga Espinaca.
Porque más allá que a algunos les pese y les moleste, toda planificación debe escribirse (sobre todo en el futuro de un deporte que pelea un lugar en las olimpíadas…otra vez). Porque si nada se escribe o se planifica, nada puede reclamarse de lo que se prometió y no se hizo.
Una casa no se construye sin una idea, sin un plan…SIN UN PLANO QUE SEGUIR y que TODOS puedan consultar.
Un deporte que apuesta al futuro…menos.

Desde la esquina caliente.
Ferrari.

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