Los Dodgers repitien como campeones de la Serie Mundial de béisbol de la MLB con un dramático 5-4 en 11 entradas sobre los Blue Jays. En un Juego 7 inolvidable, remontaron desde atrás para sellar su segundo título consecutivo. Esta victoria histórica revive la dinastía en Los Ángeles, algo no visto desde los Yankees de finales de los 90.
La Remontada Histórica de los Dodgers en la Serie Mundial 2025
La serie entre Dodgers y Blue Jays fue un duelo de trincheras, con Toronto dominando temprano gracias a su pitcheo sólido y bateo oportuno. Los angelinos, favoritos pero presionados, cayeron en los primeros juegos, pero ajustaron en Dodger Stadium para forzar el todo o nada. En el Juego 7, Shohei Ohtani abrió como abridor en corto descanso, pero cedió tres carreras tempranas, incluyendo un jonrón de tres de Bo Bichette. A pesar de eso, el japonés Yoshinobu Yamamoto emergió como salvador, lanzando las últimas entradas en cero descanso para ganar MVP. Su ERA de 1.02 en la postemporada evoca a leyendas, aunque algunos puristas lo miden contra el inalcanzable Madison Bumgarner del 2014, quien cerró un Juego 7 con cinco innings impecables. Yamamoto, con dos juegos completos seguidos, se queda cerca, pero su clutch en extra innings lo catapulta al Olimpo.
Ohtani, el fenómeno de dos vías, tuvo un arranque irregular en el montículo –2.1 entradas, cinco hits–, pero su liderazgo silencioso inspiró la ofensiva. En bateo, sumó hits clave, recordándonos por qué firmó ese megacontrato: no solo poder, sino corazón en octubre. La serie promedió carreras bajas, con Toronto anotando más en total, pero LA explotó en momentos decisivos, como el noveno cuando Miguel Rojas empató con un batazo improbable.
Lesiones que Probaron el Temple de los Dodgers en Juego 7
El Juego 7 no solo fue épico por los jonrones, sino por las adversidades físicas que azotaron a ambos lados. Will Smith, el receptor estrella, jugó con una fractura capilar en la mano derecha desde playoffs previos, un dolor que lo obligó a ajustar su swing y manejo del mazo. Aun así, atrapó 73 entradas –récord en una Serie Mundial–, y su jonrón ganador en la 11va contra Shane Bieber fue poesía pura: un slider colgado que voló al jardín izquierdo, dándole a LA su primera ventaja. «Duele, pero por esto jugamos», dijo Smith post-partido, según crónicas de ESPN.
Los Blue Jays no se quedaron atrás: Bo Bichette volvió de una lesión de rodilla que lo dejó siete semanas fuera, y Andrés Giménez salió cojeando tras un pelotazo en la cuarta que encendió los ánimos –bancas vacías, tensión palpable. Tommy Edman, de los Dodgers, manejó su tobillo maltrecho, mientras Anthony Santander de Toronto ni entró por espalda lastimada. Estas heridas elevaron el drama, mostrando que la resiliencia, no solo el talento, define campeones.
Lo que Nos Dejó el Partido: Lecciones de una Noche Épica
Esta victoria deja un legado de garra colectiva. Rojas, utility de 36 años, no solo empató en el noveno –solo el segundo HR empatador en Juego 7 histórico–, sino que salvó la serie con una jugada en segunda. Ohtani, pese a sus tropiezos, simboliza la versatilidad que rompe moldes. Y Yamamoto? Su cierre en cero descanso grita «dinastía en marcha», aunque analistas como los de The Athletic advierten: repetir no es suerte, es profundidad.
La afición en X estalló en euforia –»¡Dodgers en 7, hijos de puta!» tuiteó un fanático, mientras otro comparó el jonrón de Smith con «un sueño hecho realidad después de un año de mierda»–. En Toronto, el dolor fue palpable: «Nos robaron el corazón», lamentó un seguidor de los Jays. Pero para LA, es validación: de favoritos criticados a reyes indiscutibles.
La Tribuna Digital dice
En las redes, la «tribu digital» no escatimó pasión. Portales como CBS Sports y MLB.com destacaron el «clásico para la historia», con énfasis en cómo LA, pese a un bullpen exhausto, vació el tanque. Yahoo Sports lo llamó «off-the-rails thrill ride», y en X, reacciones como la de un podcaster –»imposible, impensable final»– capturan el caos gozoso.
Fans compartieron memes de Ohtani «cargando el equipo solo», y un analista tuiteó: «Yamamoto no es Bumgarner aún, pero damn, qué cerca». Otro, desde LA, describió fuegos artificiales hasta las 2 a.m.: «Mitad de la ciudad tiene un almacén pirotécnico secreto». Críticas a Toronto por «dejar escapar el título del siglo» pululan, pero el consenso es claro: béisbol puro, sin atajos.
En fin, esta Serie Mundial 2025 no solo corona a los Dodgers, sino que redefine la era. Con Ohtani y Yamamoto liderando, el próximo octubre promete más fuegos. Para los Jays, duele, pero qué orgullo pelear hasta el final. Que viva el béisbol que nos une en la locura.
