Un gaucho en el montículo

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Fuente: Juan Aló

Y un día viajó con sus quince años y sus ilusiones a cuestas, dejando atrás los 9.000 kms de Buenos Aires, en busca de una oportunidad de demostrar lo que era capaz de lograr.

Atrás quedaban amigos, compañeros de equipo, de escuela, y la familia, que estarían alentando a cada instante, cada logro.

 

Ya tenía experiencia internacional. Había defendido los

colores nacionales y los de su club en algún que otro torneo, pero ahora, es otro desafío.

El entrenamiento, las rutinas y la cultura que deberá aprender le son desconocidas, lo mismo que la sociedad que lo recibe.

 

Aún así encaró el desafío, de la misma forma que enfrenta cada

partido, con respeto al rival pero sin temor,  y la expectativa de lo nuevo a aprender.

 

Primer día de entrenamiento en la academia In The BigInning Academy®, y la prueba de lo que debe demostrar. Sus 74 millas por hora (119.09 km/h) y sus 1,90 mts de altura, daban a los scouts una buena imagen de lo que se podía esperar de él.

 

Comenzó el trabajo con entrenamientos diarios en el campo. Por la mañana gimnasio, en la tarde y noche, a la jaula de bateo. El duro trabajo dio frutos e hizo que las “millas” se acumularan. Luego de 21 días llegó a las 78 millas por hora (125.53 km/h).

 

Llegó su primer juego como abridor, demostrando de lo que era capaz (3 IP, 1 H, 0 BB, 0 R, 0 ER, 2 K, 33 lanzamientos), abriéndole la puerta a nuevas invitaciones. Un “showcase” ante la mirada de scouts de Los Ángeles Dodgers, Oakland Athletics, Colorado Rockies y el secretario personal de Scott Boras, representante de jugadores de la talla de Alex Rodríguez y Bryce Harper. Una nueva oportunidad de demostrar todo su potencial, (3 IP, 0 H, 0 BB, 0 R, 0 ER, 1 K, 32 lanzamientos).

Por su actuación , la academia lo invita a formar parte de su “roster”. Será parte del equipo que disputará el torneo en el “Día de Remembranza” (Día de los caídos por la patria en Argentina), en la organización Perfect Game, donde será evaluado por scouts de universidades y de equipos de Grandes Ligas.

Y allá va, con sus ilusiones, a 150 millas de Miami, (253 Km), por el   “corredor de los cocodrilos”, a Fort Myers, a demostrar que no solo de fútbol vive el argentino.

 

Primer día. Ante la mirada de scouts de Detroit, Los Ángeles, Colorado, la Universidad de Alabama entre otros, sale como relevo, a consolidar el trabajo ofensivo de sus compañeros. Lo hace poniendo el corazón, su experiencia y todo el entrenamiento en la cancha, logrando una velocidad auspiciosa de 80 millas por hora (128,75 km/h). (2 1/3 IP, 2 H, 0 BB, 0 R, 0 ER, 1 K, 30 lanzamientos). Consolidado el triunfo, lo guardan para el día siguiente, debido a las limitaciones del torneo.

 

Su última aparición se dio el día domingo por la tarde,

relevando luego de 3 entradas con una sólida actuación (3 IP, 4 H, 1 BB, 0 R, 0 ER, 1 K, 42 lanzamientos), afianzando la victoria de su equipo.

 

Y nos volvemos a Miami con el pecho bien hinchado de orgullo, por la representación y una experiencia aprovechada hasta la última oportunidad.

 

Los números finales de la experiencia fueron:

 

11 1/3 IP, 6 H, 1 BB, 0 R, 0 ER, 5 K, 137 lanzamientos.

 

La semilla está plantada, sus frutos se verán a corto y largo plazo. Esto abre la puerta a la muchachada joven, que pueden
tomarlo como ejemplo a seguir, de esfuerzo y dedicación.

 

La puerta se abrió para que puedan entrar aquellos que se lo propongan y acepten el desafío.

 

¿Juan Cruz? Juan Cruz solo rompió el molde….

 

Desde EEUU Hernan Ferrea (Langley Va)