Buenos Aires,- Hace 15 dias fue un fin de semana realmente caótico para el equipo de Cardenales, los cuales se desmembraron frente al equipo de Ciudad Jardín que supo aprovechar todos los errores que cometidos por su rival. Una diferencia en el marcador de 17 a 3 fue suficiente para declarar knock-out el partido y darle la victoria en el 5to inning al equipo de CJ. Ahora con los ánimos más tranquilo hay que recomponer y analizar lo que les dejo este partido a Cardenales, que básicamente fue un grupo de jugadores que no saben jugar en equipo, grandes potenciales reducidos a nada por actitudes y mal manejo del esquema defensivo, los cuales dieron como resultado no solo este marcador sino rupturas dentro del equipo de juego. Hay que empezar a pensar en los resultados, que lamentablemente se ven más lejanos si el equipo sigue jugando de esta manera. Cada jugador tiene que ser responsable de las limitaciones y sobre todo las habilidades que se le confiere debido a su físico y experiencia en este juego, lo cual lo capacita o no a jugar en una posición determinada, que a la hora de armar un line up un jugador puede discernir para jugar o no en la posición que se le responsabilizo y si no es apto darlo a saber para buscar una solución y no solo jugar por jugar. El baseball es un juego hermoso, de pasión, garra y alegría que hay que disfrutarlo al máximo y que se juegue como lo que es: una ¡FIESTA! Ahora el equipo de Cardenales tiene que rápidamente que recomponer su juego para darles batalla a dos grandes equipos, como son Corea y sobre todo el equipo de Caribes con los cuales se da un sabor especial y me atrevería a llamarlo un clásico. Jugar, darlo todo y divertirse deben ser las consignas de los equipos, para realmente disfrutar de la magia que nos da el Baseball.
Por: Jesús R. Peña P.
