El Talar.-Los Piratas derrotaron a Tiburones, que había llegado invicto a la final, por 28 a 26, y lograron su tercer Tazón Austral de su historia.
Era el día señalado. Por un lado estaba Tiburones, que llegó con 11 triunfos y ninguna derrota. Y por el otro, Corsarios, con un interesantísimo sprint final que hizo que pasasen de virtualmente eliminados a finalistas.
Los “Piratas” fueron quienes dieron la primera estocada, con un acarreo de Juan Cruz Elizalde, el “hombre fuerte” de los de César Liatti, que terminó en las diagonales al final del primer cuarto. Y al inicio del segundo, Tomás Kouba se hizo del envío de Allan Kotliar y logró llegar a tierra prometida. Nunca en un partido Tiburones arrancó con desventaja semejante, siendo de 14-0 en este caso. No obstante, cerca del fin del cuarto, Augusto Bazán, quien fue muy bien contenido por la defensa rival, descontó para los escualos, poniendo el marcador 14-6, con el cual se fueron al descanso.
En el complemento, Bazán pondría las cosas a dos puntos de distancia con otro touchdown que, al igual que el primero, fue sin punto extra. Sin embargo, la otra figura estelar que tenía el encuentro, Federico Poy, también apareció por duplicado: primero, al final del tercer cuarto, con un acarreo corto, y luego, con otro largo al inicio del tramo final, que parecía poner cifras definitivas.
Tal fue así que Tiburones lucía nervioso. Tras varias faltas por actitudes antideportivas de varios jugadores, finalmente, Mariano Viotto terminó expulsando a Guillermo Herrera, jugador-entrenador de los escualos, quien abandonó el terreno de juego al borde del ataque de nervios. Pero cerca del final terminaron oliendo sangre: tras el pick six, Allan Kotliar volvió a animarse a lanzar. Y con su brazo consiguió dos touchdowns: primero a Federico Maurice, y luego a Fabio Garibaldi. Con la conversión de dos puntos en este último touchdown, las esperanzas estaban puestas en el onside kick para lograr un gol de campo que valiese el tan ansiado como esquivo título. Pero fracasaron en el intento, y fue Corsarios el que logró el tricampeonato.
Tras la entrega de premios, que determinó que Luis Cigarruista (Osos Polares) se llevase el Novato del año, Joaquin Pérez Curiel el Defensivo del año, y Augusto Bazán tanto el Ofensivo del año como el MVP, le entregaron el trofeo de campeón a Poy y a Elizalde, capitanes del equipo. Y tras ello, se desató la euforia en los merecidos campeones de la temporada.
