Cayó 20-23 frente a Brasil, y deberá vérselas contra Uruguay por el último pasaje al Mundial de Francia
BUENOS AIRES – La derrota ante Groenlanida y el mal segundo tiempo frente a Chile (en donde se pasó de una ventaja de nueve goles a que el partido estuviese a punto de terminar en empate) fue la responsable de que los “Gladiadores” tuviesen que jugar la hipotética final en el partido por el tercer lugar: Brasil los esperaba habiendo ganado con holgura los cinco partidos de fase de grupos.
Sin embargo, los clásicos sudamericanos son partidos aparte, y este no fue la excepción: durante el primer tiempo y los instantes iniciales del segundo, ni los locales ni la visita pudieron sacar más de un gol de ventaja. Sin embargo, un parcial de 3-0, que puso a la albiceleste 13-11 arriba, ilusionó a los más de 5000 espectadores que colmaron el Pabellón del Bicentenario en Tecnópolis.
No obstante, el cansancio y la falta de Sebastián Simonet, lesionado en el final de la mitad inicial (se perderá el restante partido del certamen) fueron escenario propicio para la selección brasileña: una seguidilla de cinco goles sin respuesta promediando el complemento empezó a liquidar el pleito, más allá de los intentos argentinos por descontar. Los cinco goles de Federico Fernández, así como los cuatro de Federico Vieyra, por citar a los top scorers argentinos (Fabio Chiuffa fue el artillero brasileño con cinco anotaciones) fueron en vano para lograr el triunfo que no terminó siendo.
A pesar de todo, aún queda una última chance para los argentinos: deberán vérselas con Uruguay en el partido por el tercer lugar, en la que no solo se resolverá el último lugar del podio, sino también el último pasaje para el Mundial de Francia, que se disputará en enero de 2017.
